Pulso
A todos los padres, que entonces serán abuelos, podrás contestarles en la cara, en mayúsculas, que no pasaste hambre, no, que no habitaba una guerra en el DNI de tus antepasados inmediatos, ni en el DNA, aunque esto al revés no serán capaces de comprenderlo. Que muchos Reyes y Papá Noël y veranos en la costa e inviernos en institutos con calefacción central. Pero también contarás que tuvimos que huir. Nos partió el amor en dos el dinero, o la falta de él. Nos dejó una línea de puntos el trabajo en vez de una pandilla de amigos, y en algunos casos de punto a punto un par de aviones y las gracias. Dirás / diremos que te tenía que coger yo el pulso algunas noches, aquí, me decías, señalándote el pecho esa mina a cielo abierto de donde extraía el mineral de mis sueños, aquí, mira late a doble velocidad. Como el disco de un cantante que supiera que va a morir, que tiene la mitad de tiempo antes de que el telón se le caiga encima para can...